jueves, 13 de noviembre de 2014

Neoliberalismo Juan Sebastian Lopez Almirante


La Década Perdida
Juan Sebastián López Almirante
El Neoliberalismo hundió a la Argentina en una crisis económica y social. La década del 90 marcó uno de los más oscuros momentos por los que tuvo que atravesar nuestro país.



El 8 de julio de 1989 asume la Presidencia de la Nación Carlos Saúl Menem. Durante estos años se aplicaron políticas netamente neoliberales que fueron acompañadas por la financiarización en los países centrales y una penetración de la especulación financiera en países como el nuestro.

El Doctor en Economía Aldo Ferrer ideó el concepto de densidad nacional para referirse a “el conjunto de condiciones necesarias para ser capaces de gestionar los saberes para poner en marcha procesos de acumulación y relacionarse con el mundo, de tal manera que esos cambios internos sean posibles, manteniendo el comando de su propio destino y no subordinándose a los intereses de afuera.”1 Y en términos de neoliberalismo, Ferrer explica que los países con débil densidad nacional se vieron sometidos a la hegemonía del pensamiento de los países centrales. En tales circunstancias, los países de América Latina fueron el foco de interés de las transnacionales, en tiempos del Consenso de Washington (políticas de liberación económica) y la crisis de la deuda.
Las reformas propuestas por el gobierno del Presidente Menem revertirían lo entonces construido con el Estado de Bienestar hasta llegar a un Estado con nula intervención en la dinámica de los mercados, permitiendo así que la economía se regule por los vaivenes financieros internacionales. En otras palabras, esto se lee como altas tasas de desempleo, inminente reducción de los salarios y precarización del empleo. Además, la brecha entre ricos y pobres se incrementó ampliamente dando lugar a la desigualdad social.


Una de las medidas que más dañaron a la Argentina fue la privatización o aún peor, la extranjerización de empresas públicas, algo nunca visto en la historia económica mundial. La privatización era moneda corriente en la década del 90 y significaban la renuncia al desarrollo nacional, la privatización de la libertad y como dije anteriormente, la extranjerización de las fuentes de acumulación de capital y tecnología. Nunca antes había un país extranjerizado a su empresa petrolera nacional.

Las constantes fallas en la economía que tuvieron un efecto devastador en la sociedad llevaron a innumerables protestas y estallidos sociales. Aquí nacieron los piquetes como una forma de protesta más dura. “Los piquetes comienzan, en tanto forma de protesta, a expresar la reivindicación del derecho al trabajo: el trabajo perdido, al tiempo que dan cuenta de las formas de intervención del Estado (cada vez más asistencial y focalizador) y de la politización de las clases populares.”2
Esta década perdida llegó a su fin con la crisis del 2001 cuando los trabajadores se hicieron escuchar luego de diez años de silencio total de los políticos de turno. A pesar de dejar una mancha imborrable en nuestra historia, el fin del neoliberalismo dejó florecer a un Estado de Bienestar que cambiaría a la Argentina.


1 Ferrer, A. (2004). La densidad nacional: El caso argentino (1a ed.). Buenos Aires: Capital Intelectual.
2 Perelman, M. (2008, May 1). Democracia, trabajo y ciudadanía: Reflexiones a partir del caso argentino. Sociológica. 






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