La
escuela secundaria es, para muchos estudiantes, un paso necesario para continuar
con una carrera, más aún en ciudades con una fuerte tradición universitaria
como la nuestra.
El
ciclo secundario reafirmó hace algunos años un cambio donde los alumnos de cada
colegio deben elegir “orientaciones” para iniciar su cuarto año. En las mismas
los contenidos de las materias que se dictan serían afines hacia las carreras
universitarias de distintas ramas que potencialmente seguirían.
La
comunidad de los primeros 3 años del Colegio Lincoln fue encuestada, un total de 128 casos, para saber si estaban al tanto de esa
elección que deberían hacer en su tercer año y sobre algunas problemáticas
asociadas a ello.
La
enorme mayoría de los alumnos, 7 de cada 10, sabían de la existencia de las
orientaciones, mientras que 2 de cada 10 no lo sabía y un escaso 1 de 10
prefirieron no contestar.
Sobre
la pregunta concreta de qué orientación elegirían entre siete posibles (existen
unas cuantas más), el mayor porcentaje se volcó a Ciencias Sociales (28%), un
12,5% a Ciencias Naturales, un 4,9% a orientación Técnica, casi un 14% a
Económicas, un 12% a Artes, un 10,2% a
Teatro, un 13% a Educación Física y un 5.8% a otras posibilidades. Es de
destacar que en este colegio se dictan solo las dos primeras orientaciones,
pero los alumnos sabían de la existencia de las otras.
Atento
a la pregunta si la elección de una orientación los ayudaría en los estudios en
la universidad, la enorme mayoría, un 75% contesto que SI, un 15% que NO y solo
el 10% contestó que “quizás”.
Dado
que no todas las orientaciones se dictan en todos los colegios secundarios se
preguntó si evaluarían la posibilidad de cambiarse de colegio por este motivo.
Siete de cada diez, la enorme mayoría, contestó que NO, dos de cada diez que SI y uno de diez se volcó por un quizás.
Vueltos
a indagar sobre el motivo de la elección que eventualmente harían, 80
mencionaron que era por la modalidad misma, 50 lo haría por seguir estando con
los amigos y un numero de 26 dio otros motivos. Aquí hubo muchos que
contestaron más de una opción ya que tuvieron en cuenta la modalidad pero
también el mantener sus vínculos personales.
Dado
que ante la elección de distintas opciones, en el caso de esta escuela dos
posibles, podría darse la variante que muchos se inclinaran por una y pocos por
otra, existe un mecanismo de sorteo para hacer más equitativos los cursos de
las dos modalidades.
Se
interrogó respecto al modo utilizado por el colegio para resolver esta disparidad,
y la enorme mayoría, el 79%, consideró que era un modo injusto (aunque opinaban
que era el método que mejor se adecua), el 20% que si era una opción justa y el
1% no respondió.
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